1. Introducción
Hace unos días, concretamente el 28 de junio, el Instituto Nacional de Estadística publicó la Encuesta de Estructura Salarial referente al año 2015. En ella podemos ver una aproximación de los salarios nominales en España según diferentes baremos, como puede ser la edad, la nacionalidad, etc. En esta publicación, analizaremos los datos más trascendentales de estos nuevos datos sin dejarnos ningún detalle de relevancia por el camino. Antes de dar paso al análisis de estos datos, vamos a realizar un avance de cómo se va a desarrollar esta publicación para que nadie se pierda. En primer lugar, es preciso recalcar que la estructura de los mismos va a ser la misma a pesar de observar los datos desde perspectivas diferentes, ya que se dividirán en tres posturas a pesar del cambio de “lente”. Haremos una división por género y a su vez mostraremos los datos totales. Una vez aclarado este punto, pasamos al orden de análisis:
- Analizaremos la estructura salarial de la población utilizando el salario mínimo interprofesional (SMI) con el objetivo de conocer el peso relativo de cada grupo de población según su tamaño de renta.
- En segundo lugar, nos adentraremos en la ganancia media por trabajador para conocer los datos nominales de esta magnitud según los baremos de tipo y duración de contrato, nacionalidad y edad. Además, repasaremos sus variaciones porcentuales para un mayor detalle.
- Por último, analizaremos lo que se conoce por brecha salarial, es decir, la diferencia de salario entre géneros, tanto de manera nominal como de forma relativa al salario de los hombres. Lo realizamos de forma relativa al de este último por una razón, que ya adelanta una minucia del análisis, y es que el salario del género masculino se mantiene siempre por encima del femenino desde cualquier punto de vista que nos permite observar esta estadística.
Debido a la longitud del tema en
cuestión, esta será la primera de las dos publicaciones que realizaré en cuanto
a estos datos se refiere. En esta primera nos ceñiremos a analizar la evolución
de estas magnitudes desde el comienzo de la crisis (2008) hasta los últimos
datos actualizados, relativos al año 2015. En la próxima entrada, repasaremos
la evolución de la denominada brecha salarial para confirmar la existencia o no de cierta convergencia de salarios. Referido a esto y a los datos que analizaremos en esta entrada, en esa segunda publicación se incluirán datos referentes a pesos relativos de los colectivos que vamos a ir analizando conforme avance la entrada. Sin más dilación, comencemos.
2. Estructura y Distribución Salarial
Como he avanzado anteriormente,
en esta primera parte del análisis nos centraremos en la distribución de la
población según el salario que perciben, siendo este medido en SMI. Debido a
los cambios que ha sufrido el mismo, en la Tabla 1 podemos observar los
SMI referentes a los distintos años que conforman el periodo que estamos
analizando. De esta manera, cualquiera puede saber en la horquilla de salario
que se mueve cada grupo.
Tabla 1: Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por año
(2008 - 2015). Fuente: INE
Una vez que tenemos los SMI
referentes a cada año de nuestro análisis podemos observar la distribución de
la población en cuanto a los mismos. Si observamos el Gráfico 1 y el Gráfico
2, podemos hacernos una idea general de dicha distribución, la cual
se muestra para el año 2008 y 2015, respectivamente.
Gráfico 1: Distribución poblacional según salarios
(2008). Fuente: INE
En cuanto a este primer gráfico,
podemos sacar ya algunas conclusiones de los salarios españoles referentes a la
etapa pre-crisis. En términos totales, el grupo mayoritario, que componía el
34,4% de la población, mantenía un salario de entre 1 y 2 SMI. Si hablamos de
cada género, el grupo mayoritario masculino (un 31,5% de hombres) ostentaba un
sueldo de entre 2 y 3 SMI, mientras que el femenino (un 40% de mujeres) se
mantenían entre 1 y 2 SMI. Por ello, es preciso señalar que en 2008 las
diferencias salariales se refuerzan a nivel de estructura, ya que mientras que
por debajo de los tres SMI se encontraban el 66,3% de los hombres, por debajo
de esa misma cifra podíamos encontrar a casi el 80% de las mujeres (78,3%).
Esto nos revela que, a pesar de mantener un mercado laboral bastante
distribuido a nivel de oferta de empleo, no se tienen las mismas
consideraciones desde el lado de la demanda, que revelaba una clara detrimento
de uno de los dos.
Gráfico 2: Distribución poblacional según salarios
(2015). Fuente: INE
En este segundo gráfico no
cambian demasiado las cosas a nivel de escala o distribución, pero veámoslo más
de cerca. Nuestro grupo mayoritario analizando los trabajadores en su conjunto
sigue estando entre 1 y 2 SMI, con un 32,3% del total (34,4% en 2008). Desde la
perspectiva de cada género tampoco cambia demasiado el balance general, ya que
los grupos mayoritarios siguen estando entre 2 y 3 SMI para los hombres y entre
1 y 2 SMI para las mujeres. Sin embargo, ambas han perdido peso relativo,
siendo del 30,1% para los primeros (31,5% en 2008) y del 36,9% para las
segundas (40% en 2008). Si observamos los datos acumulados hasta llegar a los 3
SMI, podemos hablar de buenas noticias ya que su peso relativo se ha reducido a
favor de rentas más altas, lo que no quiere decir que se hayan elevado los
salarios. En este ámbito, para el sector masculino hablamos de un 65,5% en 2015
(66,3% en 2008) y para el sector femenino de un 77,8% (78,3% en 2008).
Sin embargo, aún nos queda una
última variable que observar, y es las variaciones en puntos porcentuales del
peso relativo de cada grupo entre 2015 y 2008, para comprobar cuales han sido
las alteraciones que han sufrido en busca de más explicaciones a esa “mejora”
de datos que hemos observado. Para ello, nos vamos a apoyar en el Gráfico
3, el cual nos revela la diferencia de la que hacíamos referencia
anteriormente. Una vez lo observamos con detenimiento, vemos una pequeña trampa
en los datos anteriormente analizados. En un primer momento podríamos pensar
que la reducción de peso relativo entre ambos años podría ser debido a la
mejora de las condiciones salariales. Sin embargo, esa reducción de peso se
debe a la gran destrucción de empleo que ha servido para dos cosas: En primer
lugar, para perder a una gran cantidad de trabajadores que se encontraban en
esos niveles; en segundo lugar, para realizar una rebaja salarial a muchos de
ellos, ya que por si no se habían percatado, el sector más bajo a nivel
salarial ha experimentado una fuerte subida en estos años, con motivo de las
reducciones salariales entre los asalariados medios. Además, este gráfico nos
permite divisar una barrera clara a partir de los 3 SMI, ya que desde esta
cifra en adelante se registran mínimas modificaciones a lo largo de este
tiempo, lo que puede deberse a una mayor solidez dentro de “su mercado
laboral”, ya que vistos estos datos casi podríamos estar hablando de una
dualización absoluta.
Gráfico 3: Diferencias porcentuales en la distribución
salarial (2008 - 2015). Fuente: INE
3. Ganancia Media Anual
3.1. Datos generales (según género)
En esta primera perspectiva
acerca de la ganancia media anual, enfocamos esta variable desde un punto de
vista general, atendiendo exclusivamente al género del trabajador. En cuanto a
estos datos, que podemos ver en el Gráfico 4, podemos comprobar
que la tendencia ha sido positiva en ambos géneros, aunque menor en el lado
femenino. Hablamos de unas Tasas de Crecimiento Anual Acumulativo (TCAA) del
1,02% en los hombres y un 0,84% en las mujeres, lo que deja una TCAA general
del 0,78%. En cuanto al nivel de dicha variable en euros, la cifra masculina
pasó de los 24.203,33€ en 2008 a los 25.992,76€ en 2015. En el caso de las
mujeres, que partían de un salario de 18.910,62€ en 2008, 7 años después
alcanzaron los 20.051,58€. En líneas generales, hablamos de que un trabajador
medio cobraba en 2008 21.883,42€ y dicho salario en 2015 pasó a ser de
23.106,30€. Además, podemos observar que las tasas de crecimiento (TC) llegaron
a estar negativas entre 2010 y 2012 después de una desaceleración que se inició
antes de 2008. Una vez conocidos estos datos y viéndolos reflejados en el
gráfico, podemos tomar como referencia los datos generales de ambos para
comprobar si se asemejan entre sí cuando cambiamos la perspectiva.
Gráfico 4: Ganancia media anual según género en euros
y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
3.2. Datos según tipo de jornada (a tiempo completo o parcial)
Ahora vamos a proceder a analizar
estos datos según el tipo de jornada que tenga el trabajador. Por ello,
hablaremos de trabajador a tiempo completo cuando el horario de dicha persona
alcance las 8 horas diarias, mientras que si son menos hablaremos de jornada a
tiempo parcial. Como en el anterior caso, podemos visualizar estos datos en un
gráfico, que en este caso será el Gráfico 5. En este sentido,
obtenemos una gran diferencia de salario debido a la propia naturaleza de la
jornada, que se refiere a un mayor o menor tiempo de trabajo. Si vemos los
números de 2008, los trabajadores a tiempo completo cobraban un salario medio
de 24.052,81€ mientras que el de los que se encontraban a tiempo parcial sólo
llegaba a los 10.198,75€. Después de 7 años de crisis económica, sus TCAA no se
han comportado igual si comparamos estos datos con los de 2015. Concretamente,
los trabajadores a tiempo completo llegaron a los 27.039,01€, lo que supone una
TCAA 1,69%. Sin embargo, por los empleos a tiempo parcial se percibía en 2015
10.065,18€ de media, que es menos de lo que se pagaba en 2008. Este
decrecimiento es equivalente a una TCAA del -0,19%. Debido a estos datos,
podemos encontrar una nueva dualidad en nuestro mercado laboral si nos
referimos a salario, y es que un empleo a tiempo parcial es un trabajo mucho
más “precarizable”, ya que este descenso ha podido ser provocado o por una
reducción del trabajo o por una reducción explícita del salario durante estos 7
años.
Gráfico 5: Ganancia media anual según jornada en euros
y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
3.3. Datos según tipo de contrato (indefinido o determinado)
En esta tercera perspectiva vamos
a analizar el salario percibido desde el punto de vista del tipo de contrato
que posee el trabajador medio. Dicho contrato lo dividiremos en indefinido o
determinado, dependiendo de si la duración del mismo cumple una característica
u otra. En este caso, nos serviremos del Gráfico 6 para observar estos
datos. En este caso, podemos observar unas mejores condiciones salariales en
función de la duración del contrato, a pesar de estar hablando de un empleo con
las mismas características. Si vemos los salarios medios pagados a indefinidos
y determinados de 2008, estos se colocan en 23.544,24€ y 16.204,29€
respectivamente. Tras 7 años y unas TCAA del 0,61% para indefinidos y del 0,19%
para determinados, los salarios medios pagados son algo mayores, alcanzando los
24.561,81€ en el caso de los primeros y los 16.422,50€ en el de los segundos.
Podemos concluir que, en términos monetarios y por tanto nominales, los
salarios de los trabajadores independientemente de la duración de su contrato
eran mayores en 2015 que en 2008, lo cual es una buena noticia dado la
sangrante crisis vivida en el mercado laboral en cuanto a destrucción de
empleo. Por ello, desde esta perspectiva no queda mucho más que decir salvo
cuando nos adentremos en la brecha salarial, que será más adelante.
Gráfico 6: Ganancia media anual según tipo de contrato
en euros y tasa de crecimiento(2008-2015). Fuente: INE
3.4. Datos según nacionalidad del trabajador
También es interesante observar
las diferencias salariales desde este punto de vista ya que se suele dar el
caso de contratos más precarios entre extranjeros que nacionales por lo que,
junto con estos datos y los pesos relativos que se incluirán en la segunda
parte de esta entrada junto con el análisis de la brecha salarial, podremos
tener una visión muy detallada de la composición de nuestro mercado laboral y
entender (o no) las diferencias salariales. De momento nuestra misión es
exponer la evolución de los mismos, así que allá vamos. Debido a la cantidad de
variables dentro de la nacionalidad del trabajador, omitiré las TC en el gráfico
con el objetivo de mostrar de una manera más visual y menos liosa lo ocurrido
en estos 7 años. Con tan sólo alzar la vista al Gráfico 7 vemos
diferencias notables en la ganancia media según la nacionalidad. Además, vemos
sin dificultad una clara jerarquía entre ellos, posicionándose el residente
español en primer lugar, seguido del residente llegado de algún país de dentro
de la Unión Europea. Tras ellos, se disputan la tercera plaza prácticamente
todos los años tres regiones: Los europeos de fuera de la UE, los
latinoamericanos y los nacionalizados en otras partes del mundo no mencionadas
anteriormente. Debido a la cantidad de datos, tras el Gráfico 7 pueden
encontrar la Tabla 2, en la cual pueden ver los cambios en términos
nominales y en TCAA del salario percibido por estos grupos, ordenados de menor
a mayor según lo percibido en 2008, a los que preceden los datos generales para
que puedan realizar las comparaciones que estimen oportunas. En general, además
de la jerarquía de la que hablábamos antes, podemos también ver que la
evolución de los “no nacionales” ha sido mucho más volátil que la de los
“nacionales”. Esto puede deberse a una ocupación mayoritaria desempleos
precarios por parte de extranjeros, lo que hace que su salario medio se mueva
más en el periodo inmediato al estallido de la crisis en 2008. Además, entre
todos no ocupan en términos relativos al total una parte sustancial de nuestro
mercado laboral, ya que los trabajadores españoles mantienen su salario medio
muy cercano a los datos generales.
Gráfico 7: Ganancia media anual según nacionalidad en
euros (2008-2015). Fuente: INE
Tabla 2: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA
según nacionalidad (2008 y 2015). Fuente: INE
3.5. Datos según rango de edad del trabajador
Quizá esta sea una de las partes
más importantes de este análisis, ya que la edad es algo que siempre importa
dentro del mercado laboral. Esto cobra aún más importancia cuando hablamos en
España, un país envuelto que, entre sus muchas dualidades, destaca la de su
mercado laboral cuando hace referencia a la edad de la población. Esto es
visible en términos de macro-magnitudes como la tasa de paro o la tasa de
crecimiento de la población activa comprendida entre los 16 y los 24 años. Por
ello, es preciso no confundir dicha dualidad con las diferencias salariales que
vamos a ver a continuación, ya que la edad es un factor importante a la hora de
acceder a determinados puestos de trabajo y tal vez sea el propio empleo la
causa de las respectivas diferencias. De una forma general podemos exponer
estos datos de dos formas como hemos hecho en el apartado anterior: El Gráfico
8, que representa los niveles de salario anual en euros de los
distintos rangos de edad entre 2008 y 2015; y la Tabla 3, que
muestra las diferencias y TCAA entre los salarios percibidos por dichos rangos
entre 2008 y 2015. Antes de nada, aclarar que los datos han sido compilados en
grupos más grandes con el objetivo de facilitar el análisis y por ello, es
necesario revelar que personas se encuentran en dichos rangos. La población
total ha sido dividida en cuatro rangos (Joven, Adulto Joven, Adulto y Adulto
Mayor) cada uno de los cuales comprende un rango de edad determinado (Joven:
Entre 16 y 24 años / Adulto Joven: Entre 25 y 39 años / Adulto: Entre 40 y 54
años / Adulto Mayor: Más de 55 años). Una vez realizada esta aclaración podemos
observar los datos recogidos. Volviendo de nuevo al análisis en cuestión, hay
algo que no se puede negar sin meternos en el problema de experiencia laboral y
facilidad de contratación de los grupos con edad más alta. Esa afirmación
categórica es la de que la dualidad es algo palpable a su vez en la evolución
de los salarios. Independientemente del empleo en el que se trabaje, los
trabajadores de menor edad han visto como sus salarios experimentaban, desde el
comienzo de la crisis, bajadas espectaculares a la vez que empleos realizados
por personas de edad más avanzada apenas notaban los vaivenes de la crisis. En
general se ven grandes diferencias y una gran barrera al empleo estable para
los jóvenes, donde el salario por realizar trabajos de un valor añadido medio y
con formación no demasiado elevada es extremadamente bajo en diferencia al
ofrecido con más edad. Esto explica las altas tasas de contratación joven o la
estabilidad del mercado laboral total en comparación al juvenil, donde la
contratación es extremadamente precaria para un país que dice estar saliendo de
la crisis.
Gráfico 8: Ganancia media anual según rango de edad en
euros (2008-2015). Fuente: INE
Tabla 3: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA
según rango de edad (2008 y 2015).
Fuente: INE
4. Conclusión
Tras este primer análisis, hemos
podido observar la evolución de muchas magnitudes, como la distribución
salarial según el sexo que observamos, o la ganancia media observada según
variables como el tipo de contrato o la edad de trabajador. Ahora toca cerrar
esta entrada y volver a este mismo escenario dentro de una segunda aparte donde
analizaremos tanto la brecha salarial desde las distintas perspectivas que
hemos observado antes, como la disposición de la población para saber si el
peso relativo de determinados grupos es lo suficientemente grande como para que
influya en los niveles generales. Esto es un dato importante ya que, de no
darse esas circunstancias, no podremos establecer una correlación entre los
cambios salariales y la misma brecha. Hasta entonces, nada más que añadir.
Saludos y gracias. Daniel Díaz S.
Bibliografía
- Instituto Nacional de Estadística. (28 de Junio de 2017). Encuestas de Estructura Salarial. Obtenido de Instituto Nacional de Estadística: http://www.ine.es/welcome.shtml
- Instituto Nacional de Estadística. (s.f.). Encuesta de Población Activa (EPA). Obtenido de Instituto Nacional de Estadística: https://www.ine.es/
Ilustraciones Utilizadas
Gráficos
- Gráfico 1: Distribución poblacional según salarios (2008). Fuente: INE
- Gráfico 2: Distribución poblacional según salarios (2015). Fuente: INE
- Gráfico 3: Diferencias porcentuales en la distribución salarial (2008 - 2015). Fuente: INE
- Gráfico 4: Ganancia media anual según género en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
- Gráfico 5: Ganancia media anual según jornada en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
- Gráfico 6: Ganancia media anual según tipo de contrato en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
- Gráfico 7: Ganancia media anual según nacionalidad en euros (2008-2015). Fuente: INE
- Gráfico 8: Ganancia media anual según rango de edad en euros (2008-2015). Fuente: INE
Tablas
- Tabla 1: Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por año (2008 - 2015). Fuente: INE
- Tabla 2: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA según nacionalidad (2008 y 2015). Fuente: INE
- Tabla 3: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA según rango de edad (2008 y 2015). Fuente: INE
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