lunes, 10 de julio de 2017

Los Salarios en España (Parte I)

1. Introducción

Hace unos días, concretamente el 28 de junio, el Instituto Nacional de Estadística publicó la Encuesta de Estructura Salarial referente al año 2015. En ella podemos ver una aproximación de los salarios nominales en España según diferentes baremos, como puede ser la edad, la nacionalidad, etc. En esta publicación, analizaremos los datos más trascendentales de estos nuevos datos sin dejarnos ningún detalle de relevancia por el camino. Antes de dar paso al análisis de estos datos, vamos a realizar un avance de cómo se va a desarrollar esta publicación para que nadie se pierda. En primer lugar, es preciso recalcar que la estructura de los mismos va a ser la misma a pesar de observar los datos desde perspectivas diferentes, ya que se dividirán en tres posturas a pesar del cambio de “lente”. Haremos una división por género y a su vez mostraremos los datos totales. Una vez aclarado este punto, pasamos al orden de análisis:

  • Analizaremos la estructura salarial de la población utilizando el salario mínimo interprofesional (SMI) con el objetivo de conocer el peso relativo de cada grupo de población según su tamaño de renta.
  • En segundo lugar, nos adentraremos en la ganancia media por trabajador para conocer los datos nominales de esta magnitud según los baremos de tipo y duración de contrato, nacionalidad y edad. Además, repasaremos sus variaciones porcentuales para un mayor detalle.
  • Por último, analizaremos lo que se conoce por brecha salarial, es decir, la diferencia de salario entre géneros, tanto de manera nominal como de forma relativa al salario de los hombres. Lo realizamos de forma relativa al de este último por una razón, que ya adelanta una minucia del análisis, y es que el salario del género masculino se mantiene siempre por encima del femenino desde cualquier punto de vista que nos permite observar esta estadística.
Debido a la longitud del tema en cuestión, esta será la primera de las dos publicaciones que realizaré en cuanto a estos datos se refiere. En esta primera nos ceñiremos a analizar la evolución de estas magnitudes desde el comienzo de la crisis (2008) hasta los últimos datos actualizados, relativos al año 2015. En la próxima entrada, repasaremos la evolución de la denominada brecha salarial para confirmar la existencia o no de cierta convergencia de salarios. Referido a esto y a los datos que analizaremos en esta entrada, en esa segunda publicación se incluirán datos referentes a pesos relativos de los colectivos que vamos a ir analizando conforme avance la entrada. Sin más dilación, comencemos.

2. Estructura y Distribución Salarial

Como he avanzado anteriormente, en esta primera parte del análisis nos centraremos en la distribución de la población según el salario que perciben, siendo este medido en SMI. Debido a los cambios que ha sufrido el mismo, en la Tabla 1 podemos observar los SMI referentes a los distintos años que conforman el periodo que estamos analizando. De esta manera, cualquiera puede saber en la horquilla de salario que se mueve cada grupo. 
Tabla 1: Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por año (2008 - 2015). Fuente: INE
Una vez que tenemos los SMI referentes a cada año de nuestro análisis podemos observar la distribución de la población en cuanto a los mismos. Si observamos el Gráfico 1 y el Gráfico 2, podemos hacernos una idea general de dicha distribución, la cual se muestra para el año 2008 y 2015, respectivamente.
Gráfico 1: Distribución poblacional según salarios (2008). Fuente: INE
En cuanto a este primer gráfico, podemos sacar ya algunas conclusiones de los salarios españoles referentes a la etapa pre-crisis. En términos totales, el grupo mayoritario, que componía el 34,4% de la población, mantenía un salario de entre 1 y 2 SMI. Si hablamos de cada género, el grupo mayoritario masculino (un 31,5% de hombres) ostentaba un sueldo de entre 2 y 3 SMI, mientras que el femenino (un 40% de mujeres) se mantenían entre 1 y 2 SMI. Por ello, es preciso señalar que en 2008 las diferencias salariales se refuerzan a nivel de estructura, ya que mientras que por debajo de los tres SMI se encontraban el 66,3% de los hombres, por debajo de esa misma cifra podíamos encontrar a casi el 80% de las mujeres (78,3%). Esto nos revela que, a pesar de mantener un mercado laboral bastante distribuido a nivel de oferta de empleo, no se tienen las mismas consideraciones desde el lado de la demanda, que revelaba una clara detrimento de uno de los dos.
Gráfico 2: Distribución poblacional según salarios (2015). Fuente: INE
En este segundo gráfico no cambian demasiado las cosas a nivel de escala o distribución, pero veámoslo más de cerca. Nuestro grupo mayoritario analizando los trabajadores en su conjunto sigue estando entre 1 y 2 SMI, con un 32,3% del total (34,4% en 2008). Desde la perspectiva de cada género tampoco cambia demasiado el balance general, ya que los grupos mayoritarios siguen estando entre 2 y 3 SMI para los hombres y entre 1 y 2 SMI para las mujeres. Sin embargo, ambas han perdido peso relativo, siendo del 30,1% para los primeros (31,5% en 2008) y del 36,9% para las segundas (40% en 2008). Si observamos los datos acumulados hasta llegar a los 3 SMI, podemos hablar de buenas noticias ya que su peso relativo se ha reducido a favor de rentas más altas, lo que no quiere decir que se hayan elevado los salarios. En este ámbito, para el sector masculino hablamos de un 65,5% en 2015 (66,3% en 2008) y para el sector femenino de un 77,8% (78,3% en 2008).
Sin embargo, aún nos queda una última variable que observar, y es las variaciones en puntos porcentuales del peso relativo de cada grupo entre 2015 y 2008, para comprobar cuales han sido las alteraciones que han sufrido en busca de más explicaciones a esa “mejora” de datos que hemos observado. Para ello, nos vamos a apoyar en el Gráfico 3, el cual nos revela la diferencia de la que hacíamos referencia anteriormente. Una vez lo observamos con detenimiento, vemos una pequeña trampa en los datos anteriormente analizados. En un primer momento podríamos pensar que la reducción de peso relativo entre ambos años podría ser debido a la mejora de las condiciones salariales. Sin embargo, esa reducción de peso se debe a la gran destrucción de empleo que ha servido para dos cosas: En primer lugar, para perder a una gran cantidad de trabajadores que se encontraban en esos niveles; en segundo lugar, para realizar una rebaja salarial a muchos de ellos, ya que por si no se habían percatado, el sector más bajo a nivel salarial ha experimentado una fuerte subida en estos años, con motivo de las reducciones salariales entre los asalariados medios. Además, este gráfico nos permite divisar una barrera clara a partir de los 3 SMI, ya que desde esta cifra en adelante se registran mínimas modificaciones a lo largo de este tiempo, lo que puede deberse a una mayor solidez dentro de “su mercado laboral”, ya que vistos estos datos casi podríamos estar hablando de una dualización absoluta.
Gráfico 3: Diferencias porcentuales en la distribución salarial (2008 - 2015). Fuente: INE

3. Ganancia Media Anual

3.1. Datos generales (según género)

En esta primera perspectiva acerca de la ganancia media anual, enfocamos esta variable desde un punto de vista general, atendiendo exclusivamente al género del trabajador. En cuanto a estos datos, que podemos ver en el Gráfico 4, podemos comprobar que la tendencia ha sido positiva en ambos géneros, aunque menor en el lado femenino. Hablamos de unas Tasas de Crecimiento Anual Acumulativo (TCAA) del 1,02% en los hombres y un 0,84% en las mujeres, lo que deja una TCAA general del 0,78%. En cuanto al nivel de dicha variable en euros, la cifra masculina pasó de los 24.203,33€ en 2008 a los 25.992,76€ en 2015. En el caso de las mujeres, que partían de un salario de 18.910,62€ en 2008, 7 años después alcanzaron los 20.051,58€. En líneas generales, hablamos de que un trabajador medio cobraba en 2008 21.883,42€ y dicho salario en 2015 pasó a ser de 23.106,30€. Además, podemos observar que las tasas de crecimiento (TC) llegaron a estar negativas entre 2010 y 2012 después de una desaceleración que se inició antes de 2008. Una vez conocidos estos datos y viéndolos reflejados en el gráfico, podemos tomar como referencia los datos generales de ambos para comprobar si se asemejan entre sí cuando cambiamos la perspectiva.
Gráfico 4: Ganancia media anual según género en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE

3.2. Datos según tipo de jornada (a tiempo completo o parcial)

Ahora vamos a proceder a analizar estos datos según el tipo de jornada que tenga el trabajador. Por ello, hablaremos de trabajador a tiempo completo cuando el horario de dicha persona alcance las 8 horas diarias, mientras que si son menos hablaremos de jornada a tiempo parcial. Como en el anterior caso, podemos visualizar estos datos en un gráfico, que en este caso será el Gráfico 5. En este sentido, obtenemos una gran diferencia de salario debido a la propia naturaleza de la jornada, que se refiere a un mayor o menor tiempo de trabajo. Si vemos los números de 2008, los trabajadores a tiempo completo cobraban un salario medio de 24.052,81€ mientras que el de los que se encontraban a tiempo parcial sólo llegaba a los 10.198,75€. Después de 7 años de crisis económica, sus TCAA no se han comportado igual si comparamos estos datos con los de 2015. Concretamente, los trabajadores a tiempo completo llegaron a los 27.039,01€, lo que supone una TCAA 1,69%. Sin embargo, por los empleos a tiempo parcial se percibía en 2015 10.065,18€ de media, que es menos de lo que se pagaba en 2008. Este decrecimiento es equivalente a una TCAA del -0,19%. Debido a estos datos, podemos encontrar una nueva dualidad en nuestro mercado laboral si nos referimos a salario, y es que un empleo a tiempo parcial es un trabajo mucho más “precarizable”, ya que este descenso ha podido ser provocado o por una reducción del trabajo o por una reducción explícita del salario durante estos 7 años.
Gráfico 5: Ganancia media anual según jornada en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE

3.3. Datos según tipo de contrato (indefinido o determinado)

En esta tercera perspectiva vamos a analizar el salario percibido desde el punto de vista del tipo de contrato que posee el trabajador medio. Dicho contrato lo dividiremos en indefinido o determinado, dependiendo de si la duración del mismo cumple una característica u otra. En este caso, nos serviremos del Gráfico 6 para observar estos datos. En este caso, podemos observar unas mejores condiciones salariales en función de la duración del contrato, a pesar de estar hablando de un empleo con las mismas características. Si vemos los salarios medios pagados a indefinidos y determinados de 2008, estos se colocan en 23.544,24€ y 16.204,29€ respectivamente. Tras 7 años y unas TCAA del 0,61% para indefinidos y del 0,19% para determinados, los salarios medios pagados son algo mayores, alcanzando los 24.561,81€ en el caso de los primeros y los 16.422,50€ en el de los segundos. Podemos concluir que, en términos monetarios y por tanto nominales, los salarios de los trabajadores independientemente de la duración de su contrato eran mayores en 2015 que en 2008, lo cual es una buena noticia dado la sangrante crisis vivida en el mercado laboral en cuanto a destrucción de empleo. Por ello, desde esta perspectiva no queda mucho más que decir salvo cuando nos adentremos en la brecha salarial, que será más adelante.
Gráfico 6: Ganancia media anual según tipo de contrato en euros y tasa de crecimiento(2008-2015). Fuente: INE

3.4. Datos según nacionalidad del trabajador

También es interesante observar las diferencias salariales desde este punto de vista ya que se suele dar el caso de contratos más precarios entre extranjeros que nacionales por lo que, junto con estos datos y los pesos relativos que se incluirán en la segunda parte de esta entrada junto con el análisis de la brecha salarial, podremos tener una visión muy detallada de la composición de nuestro mercado laboral y entender (o no) las diferencias salariales. De momento nuestra misión es exponer la evolución de los mismos, así que allá vamos. Debido a la cantidad de variables dentro de la nacionalidad del trabajador, omitiré las TC en el gráfico con el objetivo de mostrar de una manera más visual y menos liosa lo ocurrido en estos 7 años. Con tan sólo alzar la vista al Gráfico 7 vemos diferencias notables en la ganancia media según la nacionalidad. Además, vemos sin dificultad una clara jerarquía entre ellos, posicionándose el residente español en primer lugar, seguido del residente llegado de algún país de dentro de la Unión Europea. Tras ellos, se disputan la tercera plaza prácticamente todos los años tres regiones: Los europeos de fuera de la UE, los latinoamericanos y los nacionalizados en otras partes del mundo no mencionadas anteriormente. Debido a la cantidad de datos, tras el Gráfico 7 pueden encontrar la Tabla 2, en la cual pueden ver los cambios en términos nominales y en TCAA del salario percibido por estos grupos, ordenados de menor a mayor según lo percibido en 2008, a los que preceden los datos generales para que puedan realizar las comparaciones que estimen oportunas. En general, además de la jerarquía de la que hablábamos antes, podemos también ver que la evolución de los “no nacionales” ha sido mucho más volátil que la de los “nacionales”. Esto puede deberse a una ocupación mayoritaria desempleos precarios por parte de extranjeros, lo que hace que su salario medio se mueva más en el periodo inmediato al estallido de la crisis en 2008. Además, entre todos no ocupan en términos relativos al total una parte sustancial de nuestro mercado laboral, ya que los trabajadores españoles mantienen su salario medio muy cercano a los datos generales.
Gráfico 7: Ganancia media anual según nacionalidad en euros (2008-2015). Fuente: INE
Tabla 2: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA según nacionalidad (2008 y 2015). Fuente: INE

3.5. Datos según rango de edad del trabajador

Quizá esta sea una de las partes más importantes de este análisis, ya que la edad es algo que siempre importa dentro del mercado laboral. Esto cobra aún más importancia cuando hablamos en España, un país envuelto que, entre sus muchas dualidades, destaca la de su mercado laboral cuando hace referencia a la edad de la población. Esto es visible en términos de macro-magnitudes como la tasa de paro o la tasa de crecimiento de la población activa comprendida entre los 16 y los 24 años. Por ello, es preciso no confundir dicha dualidad con las diferencias salariales que vamos a ver a continuación, ya que la edad es un factor importante a la hora de acceder a determinados puestos de trabajo y tal vez sea el propio empleo la causa de las respectivas diferencias. De una forma general podemos exponer estos datos de dos formas como hemos hecho en el apartado anterior: El Gráfico 8, que representa los niveles de salario anual en euros de los distintos rangos de edad entre 2008 y 2015; y la Tabla 3, que muestra las diferencias y TCAA entre los salarios percibidos por dichos rangos entre 2008 y 2015. Antes de nada, aclarar que los datos han sido compilados en grupos más grandes con el objetivo de facilitar el análisis y por ello, es necesario revelar que personas se encuentran en dichos rangos. La población total ha sido dividida en cuatro rangos (Joven, Adulto Joven, Adulto y Adulto Mayor) cada uno de los cuales comprende un rango de edad determinado (Joven: Entre 16 y 24 años / Adulto Joven: Entre 25 y 39 años / Adulto: Entre 40 y 54 años / Adulto Mayor: Más de 55 años). Una vez realizada esta aclaración podemos observar los datos recogidos. Volviendo de nuevo al análisis en cuestión, hay algo que no se puede negar sin meternos en el problema de experiencia laboral y facilidad de contratación de los grupos con edad más alta. Esa afirmación categórica es la de que la dualidad es algo palpable a su vez en la evolución de los salarios. Independientemente del empleo en el que se trabaje, los trabajadores de menor edad han visto como sus salarios experimentaban, desde el comienzo de la crisis, bajadas espectaculares a la vez que empleos realizados por personas de edad más avanzada apenas notaban los vaivenes de la crisis. En general se ven grandes diferencias y una gran barrera al empleo estable para los jóvenes, donde el salario por realizar trabajos de un valor añadido medio y con formación no demasiado elevada es extremadamente bajo en diferencia al ofrecido con más edad. Esto explica las altas tasas de contratación joven o la estabilidad del mercado laboral total en comparación al juvenil, donde la contratación es extremadamente precaria para un país que dice estar saliendo de la crisis.
Gráfico 8: Ganancia media anual según rango de edad en euros (2008-2015). Fuente: INE
Tabla 3: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA según rango de edad (2008 y 2015).  Fuente: INE

4. Conclusión

Tras este primer análisis, hemos podido observar la evolución de muchas magnitudes, como la distribución salarial según el sexo que observamos, o la ganancia media observada según variables como el tipo de contrato o la edad de trabajador. Ahora toca cerrar esta entrada y volver a este mismo escenario dentro de una segunda aparte donde analizaremos tanto la brecha salarial desde las distintas perspectivas que hemos observado antes, como la disposición de la población para saber si el peso relativo de determinados grupos es lo suficientemente grande como para que influya en los niveles generales. Esto es un dato importante ya que, de no darse esas circunstancias, no podremos establecer una correlación entre los cambios salariales y la misma brecha. Hasta entonces, nada más que añadir.

Saludos y gracias. Daniel Díaz S.

Bibliografía

  1. Instituto Nacional de Estadística. (28 de Junio de 2017). Encuestas de Estructura Salarial. Obtenido de Instituto Nacional de Estadística: http://www.ine.es/welcome.shtml
  2. Instituto Nacional de Estadística. (s.f.). Encuesta de Población Activa (EPA). Obtenido de Instituto Nacional de Estadística: https://www.ine.es/

Ilustraciones Utilizadas

Gráficos

  • Gráfico 1: Distribución poblacional según salarios (2008). Fuente: INE
  • Gráfico 2: Distribución poblacional según salarios (2015). Fuente: INE
  • Gráfico 3: Diferencias porcentuales en la distribución salarial (2008 - 2015). Fuente: INE
  • Gráfico 4: Ganancia media anual según género en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
  • Gráfico 5: Ganancia media anual según jornada en euros y tasa de crecimiento (2008-2015). Fuente: INE
  • Gráfico 6: Ganancia media anual según tipo de contrato en euros y tasa de crecimiento    (2008-2015). Fuente: INE
  • Gráfico 7: Ganancia media anual según nacionalidad en euros (2008-2015). Fuente: INE
  • Gráfico 8: Ganancia media anual según rango de edad en euros (2008-2015). Fuente: INE

Tablas

  • Tabla 1: Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por año (2008 - 2015). Fuente: INE
  • Tabla 2: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA según nacionalidad (2008 y 2015). Fuente: INE
  • Tabla 3: Ganancia media, diferencia salarial y TCAA según rango de edad (2008 y 2015). Fuente: INE


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